Ecuador, diverso por su flora, fauna y sus distintos ecosistemas
tiene paraísos que no han sino explorados, siendo uno de ellos la Isla Puná.
Con
919 km cuadrados y cuatro comunas, esta isla me lleno los ojos de brillo y la mente de tranquilidad.El recorrido inicia desde muy temprano en Guayaquil digiriéndonos a Posorja, pequeña parroquia pesquera de la ciudad. Un viaje en lancha refrescó la mañana y llenó la curiosidad de los pasajeros que nos acompañaban, donde paseamos y compartimos con la mayoría de la fauna de la que Puná es famosa por, sus aves.
6am, mi favorite. abro la puerta de mi cuarto y tengo esto
Bellavista es la primera comuna que nos recibió al llegar de
Posorja Un puente peatonal nos hace admirar todo un ecosistema limpio, aire y
agua purificada por la cantidad de mangles que lo rodean y sentirnos
bienvenidos por la acogida tan agradable en que las personas locales reciben a sus
visitantes. Entre sonrisas y olores gratos del mangle, cruzamos el puente
peatonal para llegar a un pequeño parqueadero con tres camionetas que nos
llevarán a otra comuna.
Puente peatonal de Bellavista
La carretera de Bellavista hasta Campo Alegre nos da un
preámbulo de lo que vamos a encontrar dentro de la isla, camino de tierra en
perfectas condiciones para recorrerlo en bicicleta o carro que está rodeado de
ceibos, que su adultez se nota en la majestuosidad de sus troncos y ramas. La
presencia de los ancestros gigantes me hacen sentir más pequeña de lo somos en
este mundo, sus ramas dan sombra a burritos que encontramos en el camino, la
camioneta en la que vamos pasa por debajo de arboles que refrescan nuestros
cuerpos asoleados.
Un recorrido de 40 minutos nos lleva a la comuna de Campo
Alegre, el camino de tierra sigue y creo que no va a acabar, el calor sigue
fuerte y mi botella de agua ya está por la mitad.
Para poder visitar el resto de comunas se regresa a las orillas
de la isla y se utiliza una lancha como medio de transporte, así es como se
llega a la Comuna Cauchiche, parte de la isla que dibuja un horizonte lleno de grandes
palmeras llenas de frutos para refrescar al cuerpo y una playa que con su
oleaje tan relajado nos tranquiliza y nos da el descanso necesario para la
mente y cuerpo.
Cauchiche
Valeria
17h30 desde el lugar donde vamos a cormer
El regreso, como es muy común, se sintió mucho más rápido, por lo que nos ofrece la isla en este caso, el fruto seco más grande del mundo, el coco. La cantidad de lo líquido que puede llegar a tener los cocos de la isla Puná es de litro y medio de agua, así termina la historia de manera feliz. yo con coco soy feliz.
aguiiita
:)
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