Hace dos años me metí en algo que no sabía que iba a terminar queriendo dedicar mi intelecto y fuerza a esta profesión. Insisto que para conocerse y entender tantas culturas, gustos en la comida y forma de hablar hay que conocer el país entero y en el 2014 me dediqué a hacer eso, y mejor aun si el lugar donde trabajo me paga para que viaje y escriba al respecto.
Sigo perfeccionando mi forma de expresar lo que veo, lo que siento, lo que huelo y escucho en palabras que sea un mensaje universal pero al mismo tiempo te sientas identificado. Eso es lo que más me gusta, hacer viajar a tu mente y que tu imaginación entre en vuelo.
A despegar.
Emprendimos viaje a una provincia vecina a conocer lo que a Guayas le falta, le sobra y lo que quieren llevarse, o mejor dicho, decir "esto es tuyo, esto es mio"... problemas limítrofes.
Aprendimos sobre el trabajo en comunidad y Salinas de Guaranda es un caso exitoso en este tipo de modalidad de turismo, levantarnos en un cuarto frio, piso frio, ducha fría listos para calentar los cuerpos con colada morada, tortillas de queso y senderos cercados entre cascadas.
Todavía hay mucho que aprender, siempre hay algo que aprender.